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La respuesta correcta de la anterior encuesta es Santiago Feliú que de niño, sólo volteó la guiarra (diestra) de su hermano Vicente, y aprendió a tocarla.
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La canción que se escucha de fondo es Butterfly, que se inclye en el disco Hound of Hades (1973) de Three-Headed Dog.
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Abstract: Equinox’s Men are people that thousands of years ago, listened a thunder; after that, they looked a perpetual Ray that broke in two the dark sky. A second night, they saw a Caterpillar devouring the Ray. They know when caterpillar conclude that work, their lives will end. The Equinoxes lives among our societies, but you just could recognize them in two different dates a year, because they look: distant, clumsy or indifferent.
Also, you can to download an awful CD (Hound of Hades, 1973) by Three-Headed Dog, excellent band from UK. Kayyam eternal prison and Kayyam Collusion, both are extraordinaries samples of those Rock and Roll years. Besides, CD contains a cover song: 25 to 6 to 4, by Chicago.
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Excelente disco de 1973, la banda es Three-Headed Dog. Estos ingleses en unas cuantas canciones, sintetizan el sonido del rock en aquellos años.
En la tremenda portada del disco, el cancerbero no da concesiones a ningún sujeto, hasta con su cola está ahorcando a uno de ellos. Este marterial altamente recomendable, es una cortesía del Blog: Heavyrockspectacular.
Also, you can to download an awful CD (Hound of Hades, 1973) by Three-Headed Dog, excellent band from UK. Kayyam eternal prison and Kayyam Collusion, both are extraordinaries samples of those Rock and Roll years. Besides, CD contains a cover song: 25 to 6 to 4, by Chicago.
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Excelente disco de 1973, la banda es Three-Headed Dog. Estos ingleses en unas cuantas canciones, sintetizan el sonido del rock en aquellos años.
En la tremenda portada del disco, el cancerbero no da concesiones a ningún sujeto, hasta con su cola está ahorcando a uno de ellos. Este marterial altamente recomendable, es una cortesía del Blog: Heavyrockspectacular.
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NADIE LO sabe con exactitud. Alexander Botafogo refiere que fue hace casi 26 mil años; Antonio de Ventura, sostuvo que era una mentira que degradaba la inteligencia humana; Demetrio III, mandó a la hoguera a sus divulgadores; en cambio, Ireneo de Lyon, ignoró el hecho con desdén. Lo cierto es que los Hombres de Equinoccio están entre nosotros. Y digo hombres por convencionalismo; se sabe que proporción entre hombres y mujeres es igual.
Hace millones de noches, un trueno hizo voltear la mirada al cielo a muchos hombres y mujeres; no a todos. Esperaron la luz y un Rayo rasgó la oscuridad, pero no desapareció. El techo celeste permaneció cuarteado para esos escasos individuos, que desde diferentes latitudes del planeta, compartirían para siempre, a través de sus descendientes primogénitos, esa misteriosa rajadura en el cielo, esa secreta suerte. Sólo estaban concientes de ello dos veces al año (Sam Stevens, cree que esas fechas son el 21 de marzo y el 23 de septiembre).
Otra noche, esos mismos individuos presenciaron una crisálida que desde adentro fue consumida por la Oruga έναρξη. Ésta, por instinto, empezó a devorar el Rayo perpetuo que sólo los Hombres de Equinoccio veían. No hubo exaltación ni nostalgia por parte de ellos; sin embargo, sabían que los días de su estirpe estaban contados, que cuando έναρξη terminará de consumir a τέλος (nombre que le dieron al Rayo) sería su inminente fin.
No se pusieron en contacto para evitarlo, no habrían sabido cómo hacerlo; tal vez fue el hecho de que las evoluciones de έναρξη, fueran tan lentos, lo que los hizo sentirse a salvo. O quizás, en el fondo, querían que todo acabara cuanto antes.
Conforme la Oruga iba devorando al Rayo, los Equinoccio adquirieron mayor conocimiento, sabiduría, intuición; incluso, hubo quienes se llegaron a reconocer fuera de las dos fechas en que solían estar concientes de ser lo que son.
Siempre renuentes a la acción, hoy en día los Equinoccio suelen mirar al cielo sin saber el porqué, sin cuestionarse, como un acto reflejo de una memoria indómita e inexorable que duerme en ellos la mayor parte del año.
Durante ese par de días, suelen ser distantes, torpes o indiferentes. Pero están atentos porque saben que la Oruga casi ha devorado al Rayo. En esos días, ellos sueñan con aquélla noche cabal, pero la manipulan, la falsean. Unos sueñan que τέλος quema a έναρξη; otros, que la Oruga se consume así misma antes de salir de su capullo; otros más, que el Rayo desapareció y volvieron a ser hombres como los “demás”. Hay quienes soñaron que domeñaban al Rayo; pocos, los que creyeron ser la Oruga. Algunos Equinoccios enloquecieron debido a que creyeron que ese par de días, en realidad eran el sueño.
Son gente “normal” que practica las profesiones liberales. Muchos de ellos se han conocido y han procreado, lo que ha coadyuvado a mermar el número de Equinoccios, que durante varios milenios se mantuvo intacto. Sin que reparen en ello, las epidemias, las guerras, los suicidios, son otros factores que han contribuido a la reducción de su población; sin embargo, si por lo menos dos de ellos no se conocen, tendrán posibilidades de sobrevivir hasta que έναρξη termine de engullir a τέλος.
Sería irónico que también estos Hombres de Equinoccio, llegaran a su fin por sus propias decisiones, mientras esperan a que su hecatombe sea signada en el cielo, dos veces al año.
NADIE LO sabe con exactitud. Alexander Botafogo refiere que fue hace casi 26 mil años; Antonio de Ventura, sostuvo que era una mentira que degradaba la inteligencia humana; Demetrio III, mandó a la hoguera a sus divulgadores; en cambio, Ireneo de Lyon, ignoró el hecho con desdén. Lo cierto es que los Hombres de Equinoccio están entre nosotros. Y digo hombres por convencionalismo; se sabe que proporción entre hombres y mujeres es igual.
Hace millones de noches, un trueno hizo voltear la mirada al cielo a muchos hombres y mujeres; no a todos. Esperaron la luz y un Rayo rasgó la oscuridad, pero no desapareció. El techo celeste permaneció cuarteado para esos escasos individuos, que desde diferentes latitudes del planeta, compartirían para siempre, a través de sus descendientes primogénitos, esa misteriosa rajadura en el cielo, esa secreta suerte. Sólo estaban concientes de ello dos veces al año (Sam Stevens, cree que esas fechas son el 21 de marzo y el 23 de septiembre).
Otra noche, esos mismos individuos presenciaron una crisálida que desde adentro fue consumida por la Oruga έναρξη. Ésta, por instinto, empezó a devorar el Rayo perpetuo que sólo los Hombres de Equinoccio veían. No hubo exaltación ni nostalgia por parte de ellos; sin embargo, sabían que los días de su estirpe estaban contados, que cuando έναρξη terminará de consumir a τέλος (nombre que le dieron al Rayo) sería su inminente fin.
No se pusieron en contacto para evitarlo, no habrían sabido cómo hacerlo; tal vez fue el hecho de que las evoluciones de έναρξη, fueran tan lentos, lo que los hizo sentirse a salvo. O quizás, en el fondo, querían que todo acabara cuanto antes.
Conforme la Oruga iba devorando al Rayo, los Equinoccio adquirieron mayor conocimiento, sabiduría, intuición; incluso, hubo quienes se llegaron a reconocer fuera de las dos fechas en que solían estar concientes de ser lo que son.
Siempre renuentes a la acción, hoy en día los Equinoccio suelen mirar al cielo sin saber el porqué, sin cuestionarse, como un acto reflejo de una memoria indómita e inexorable que duerme en ellos la mayor parte del año.
Durante ese par de días, suelen ser distantes, torpes o indiferentes. Pero están atentos porque saben que la Oruga casi ha devorado al Rayo. En esos días, ellos sueñan con aquélla noche cabal, pero la manipulan, la falsean. Unos sueñan que τέλος quema a έναρξη; otros, que la Oruga se consume así misma antes de salir de su capullo; otros más, que el Rayo desapareció y volvieron a ser hombres como los “demás”. Hay quienes soñaron que domeñaban al Rayo; pocos, los que creyeron ser la Oruga. Algunos Equinoccios enloquecieron debido a que creyeron que ese par de días, en realidad eran el sueño.
Son gente “normal” que practica las profesiones liberales. Muchos de ellos se han conocido y han procreado, lo que ha coadyuvado a mermar el número de Equinoccios, que durante varios milenios se mantuvo intacto. Sin que reparen en ello, las epidemias, las guerras, los suicidios, son otros factores que han contribuido a la reducción de su población; sin embargo, si por lo menos dos de ellos no se conocen, tendrán posibilidades de sobrevivir hasta que έναρξη termine de engullir a τέλος.
Sería irónico que también estos Hombres de Equinoccio, llegaran a su fin por sus propias decisiones, mientras esperan a que su hecatombe sea signada en el cielo, dos veces al año.
9 comentarios:
Saludos:
Mi nombre es Fermín. Primera vez que entro a tu blog, me lo recomendó un amigo de acá, Rosario en Argentina. Che, muy buena invención, aunque fijate que le da una aire a los hombres de la Secta del Fénix de Borges, supongo que lo leíste, y si no hacelo, te fascinará.
Pero tenés tu estilo che, me gustó, me gustó.
Abrazo.
Casi de regreso, ahora si a disfrutar de uno de mis Blogs fAVORITOS.
vICTOR, MIL GRACIAS POR ESTAR AL PENDIENTE.
y ahora, a leer todo lo que me hace falta. Luego comento.
Fermín:
Hola. Qué agradable var que CA se lee por allá. Gracias por tus comentarios. En efecto, ya he leído ese cuento de Borges, simplemente fantástico.
Suerte y abrazos.
Tlacuiloco:
Bienvenido de nuez por estos lares, que bueno que ya estás en circulación. Gracias por la distinción.
Suerte y abrazos.
Coltrane tu relato (que esta muy bien escrito), me recuerda a lo señalado por George Frazer y Mircea Eliade acerca de los tipos de hombres que pudieron o hayan existido, en el imaginario colectivo de las personas, asi como tambien las leyendas populares y escritos como el cantar de los nibelungos o los relatos de gigantes que vivieron en Chile en tiempos inmemoriales y que fueron transmitidos por el ilustrisimo Guaman de Pomada
Saludos
pp
Es por esto que me encanta entrar a leerte. Este tipo de mitologías me quitan el sueño. Deberías ampliarla más, tienes mucho talento para eso... me encantó, de verdad...
besos
es una portada bellísima caon. admito que me gustó más quel extracto que incluiste --que tampoco demerita.
yo sólo tenía noticia de three-dog night... existirá un three-dog head? three-night dog? mal chiste, ok.
veré que consigo. saludos.
Sandra:
Muchas gracias por tus comentarios, que me confortan wow, no sabes cuánto.
Este tipo de textos son mi vicio, jeje.
Viene, el de Maximilian de la saga de Alexander Botafogo.
Besos y abrazos.
Gabriel, el otro:
Ahí te dejo otra joya de Alemania, aunque no progre pero sí pesadona, no sé si te lata lo pesado.
Yo también hasta hace unas semanas sóo conocía a lod Dog Night, pero ya ves, siempre hay algo nuevo qué conocer.
Suertey abrazos.
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