sábado, 28 de abril de 2007

El Blues-Rock en México Tiene Nombre y Apellido: REAL DE CATORCE

Para descargar el disco dale clic aquí

Abstract: This is about my first impressions of this blues-rock band. I remember when I listened them on radio 21 years ago; they sound vigorous and powerful still. This band played with Papa John Creach, Taj Mahal, Blind John Davies, Son Seals y Lonnie Brooks in the eighties. They played in ex USSR and in the exclusive Buddy Guy’s Legends.

To download the songs, just presses the link under the photo: Para descargar el disco dale clic aquí.

Primeras Impresiones

Recuero que era el año 1986, la estación de radio: Espacio 59 de AM. Por la tarde de algún día de ese año, mi primo Andovas y yo, con premura buscábamos un casete para grabar una canción, que en lo particular me cambió la percepción de la música que solía escuchar. Teníamos prisa porque sabíamos que gran parte de la programación matutina la repetían por las tardes.

De un momento a otro volveríamos a escuchar el inicio de esa rola. Fue la primera canción que escuchamos de ellos, aún no habían grabado disco, la canción suponía una joya para presumirla con los cuates que sabían y les gustaba la buena música.

Encontramos un casete con canciones irreconocibles, lo pusimos en la grabadora, apretamos el botón de pause, el play y el rec. Esperamos alrededor de 15 minutos y de pronto el locutor habló de una nueva agrupación mezcla de blues y rock llamada Real de Catorce, la canción: Azul. Una de esas pocas canciones de las que se puede decir con facilidad y sin entrar en discusión que es de las mejores y de las que más gustan.

Nuestra espera no fue en vano, la grabamos y la repetimos en el tape decenas de veces; pronto se descompuso nuestro viejo reproductor de cintas. Pasaría un año antes de que comprara este disco.

Reencuentros

Más de 20 años han pasado, las cintas magnéticas y los reproductores de acetatos quedaron atrás; lo de hoy son los discos compactos, las descargas de música por Internet en formato mp3 y anexas, pero la música de Real de Catorce es la misma y sigue vigente, ya sea desde el viejo Long Play o desde la PC.

El cotejo entre tecnologías no es de oquis. Sucede que hace dos semanas estuve en casa de mi tío Ulises, y pusimos en la tornamesa (reproductor de Long Plays, discos de 33 RPM) el primer disco de Real. Aunque no me lo crean, no hay nada como escuchar estos materiales en su versión original, me refiero al sonido característico de la aguja contra el acetato, los accidentes (por el uso) de la superficie del disco que crean un sonido peculiar y rico (tan es así que bandas de hoy en día recurren a ese sonido como preámbulo en sus canciones digitalísimas), pura nostalgia, lo sé.

Credenciales de Real de Catorce

► Acompañaron a Papa John Creach en 1984
► José Cruz tocó junto a Taj Mahal, Blind John Davies, Son Seals y Lonnie Brooks
► Gira realizada en la entonces Unión Soviética en 1987 (Moscú, Leningrado, Vilnius y Riga)
► Se presentaron en el Buddy Guy’s Legends en 1998 (lugar exclusivo de blues en EU)

No es la intención hacer una crónica, una crítica o análisis de la obra musical de este grupo, para ello hay especialistas. Desde esta trinchera (Carta Abierta) queremos dejar constancia de la admiración que sentimos por el grupo más constante en la escena del blues y del rock mexicanos, a pesar de las restricciones comerciales a las que se han enfrentado y las consecuencias económicas que ello acarrea.

Debo agregar que haber visto a Real en concierto ha sido una de mis mejores experiencias en estos menesteres. Recuerdo con particular alegría la noche que se presentaron en el Teatro Condesa. Festejaban no sé cuántos años; lo impactante, cuando José Cruz invitó al escenario a otra leyenda del rock mexicano: Guillermo Briseño. Monumental tener en escena a dos monstruos contemporáneos. Ver en un mano a mano a Briseño en los teclados y a Zea en la guitarra, fue de antología.

Vale la pena mencionar que Real de Catorce ahora es más que un grupo musical, se han transformado en un proyecto cultural que involucra la impartición de cursos y talleres de diversos instrumentos, de blues y de jazz.

Para mayor información visitar: http://www.realdecatorce.com.mx/

Algo Personal

No exagero al decir que si Real fuese un grupo inglés o estadounidense, los tendrían por una de las mejores bandas de todos los tiempos, ya que ello implica una difusión masiva, grabación con equipos tecnológicos de vanguardia y demás parafernalia. De cualquier modo, no creo que eso sea lo que busquen los integrantes de Real, es por ello que siguen acá.

No puedo soslayar el hecho de que José Cruz, eje de la banda, está pasando por problemas de salud muy graves, lo que ha impedido que den conciertos o graben material nuevo. Al respecto sólo digo: Es un artista que ha dado lo mejor de sí, y eso ha tenido un impacto cultural que ha trascendido a varias generaciones en México. No puedo más que ayudar a difundir la obra de este grupo de época.

Los Temas Seleccionados

Hacer la selección de los temas, que se pueden descargar en el enlace señalado arriba, requiere de altas dosis de objetividad, pero la verdad fui esmeradamente subjetivo en este ejercicio, además de que fue una tarea agreste ya que por cada rola que seleccionaba, marginaba dos o tres. Si a ello agregamos que la labor la hice sin un mísero cigarro y sin un sólo trago de cerveza o ron, elementos junto a los cuales la percepción de la música se eleva, pues la dificultad se agravó.

Los amigos mexicanos seguro conocerán a esta banda, si no ya no hay excusa; a los amigos de otros países de Sudamérica como Argentina, Chile, Brasil o Uruguay, así como a los de Estados Unidos, Inglaterra, Japón o España, les recomendamos escuchar a esta agrupación mexicana. Difícilmente podrán encontrar en un grupo alta calidad lírica, musical (ejecución y arreglos) e interpretativa.

Sin más, es hora de darle clic allá arriba.

sábado, 21 de abril de 2007

Algunas Reflexiones sobre el Tiempo, la Vida y la Muerte. (Some Reflections on Time, Life and Death)

Abstract: (This is a text based on three human factors: time, life and death. Each paragraph contains some of the most evidet contradictions refers to each topic. Last intention is provoking the reader's thought.)

Sobre el Tiempo

La historia es la única madre que no corta su cordón umbilical; de hacerlo, el hombre, incapaz de crear referentes colectivos e individuales, perecería en el intento de construir una certeza.

El futuro, el más anónimo de los padres, hace del abandono su oficio, hace promesas que son globos sobre agua. El hombre tendrá que ser sutil y sigiloso en sus afanes.

El presente es el canalla que seduce y traiciona, que ama y envejece, que huye al partir, que destruye al actuar, pero sobre todo, un espejo angustiado por no saber quién lo va a mirar.

Sobre la Vida

El "acto" es un cascarón que se puede llenar con intenciones, apatías, entereza o frivolidad. Es, en última instancia, deshacer: habrá que probar que el Big Bang no implica la destrucción de “algo”.

He corroborado que la actitud reflexiva que se va adquiriendo con los años, está proporcionalmente ligada con ciertas afecciones físicas; que entre precaución y pasividad hay sólo 20 ó 30 años de diferencia.

Los problemas afloran cuando aparecen los “porqués”. Tan fácil y simple que son el “qué” y el “cómo”. Pero la vida sería aburrida sin las explicaciones, ya que por falta de fuerza cultural (y a veces de la intelectual), éstas están impregnadas de emociones, es decir, no es lo mismo explicar un teorema que explicar los motivos de un engaño.

Sobre la muerte

Escuché decir que un tipo necesitó 23 muertes para morir, y no es que tuviera muchas ganas de vivir, sino que era sumamente insensible. Las personas sensibles viven mejor, pero mueren más fácilmente.

La muerte es la gran intolerante, no admite alegatos basados en las más estrictas lógicas, ni arrepentimientos fincados en las más profundas emociones. Lo que nadie sabe es que no tiene memoria y no recuerda; siempre está matando al mismo hombre y a la misma mujer, sólo tenía a dos personas en su agenda. Las instrucciones se las dieron por teléfono, y sólo anotó las generalidades, no es nada personal. Hace unos minutos mató al tipo que giró la instrucciones.

La vida es una extenuante y dilatada metáfora de la muerte.

jueves, 5 de abril de 2007

Los Relojes

Hace unos días ayudé a mi primo Coltrane a mudarse a su nueva casa. Trasladamos alrededor de 30 cajas (20 de libros y 10 de discos compactos), cada una de ellas contenía más o menos 70 libros o 100 compactos. Comenzamos a las once de la mañana y terminamos cerca de las once de la noche, no sin una previa dotación de alimento.

Nos despedimos, pero antes de partir, él me dejó una bolsa con algunos compactos para quemarlos y devolvérselos a Benjamín, que trabaja vendiendo música en el tianguis del Chopo.

Al llegar a mi casa revisé qué discos eran y me encontré con un libro viejísimo con las hojas amarillas. El título del ejemplar: D’Alembert, Melanchton and Maximilian. Tempus. Principium et Finis. Edición facsimilar 1978 (de la de 1585). El libro estaba firmado por Edward Talbot (mejor conocido como Edward Kelley, 1555-1597).

Tenía casi todas la hojas arrancadas, salvo las primeras dos y las tres finales que preceden a la última, que también había sido removida. Me dispuse a leer estas últimas, ininteligibles dos de ellas; no obstante, la penúltima presenta cierta coherencia.

Debo añadir que hace unas horas hablé con mi primo y no recuerda la adquisición de dicho libro; sin embargo, está empeñado en que se lo devuelva. De esa obra presento la última página.

“... y vinieron los tres a decirme que el tiempo no existe, que el principio y el fin son palabras, conceptos, necesarios para inteligir al mundo que es susceptible de escapársenos hacia lo que llamamos pasado o futuro. Para evitarlo, inventamos relojes de cualquier naturaleza, y de manera arbitraria (convencional) decidimos su inicio, como pasó hace poco al cambiar del calendario Justiniano al Gregoriano.

D’Alembert insistió en que los humanos necesitamos ordenar, segmentar porque somos mortales y nuestra naturaleza nos exige periodizar todo lo que nuestros sentidos de percepción reciben, y porque conocemos menos formas de comunicar el mundo, respecto a las que tenemos para experimentarlo.

Melanchton me reveló – a pesar de la negativa de los otros – que lo que llamamos cosmos, el universo, no es más que el gigantesco Reloj de una divinidad no nombrada por algún humano, hasta ahora. Que si alguien llegara a pronunciar su nombre, se espabilaría y dejaría de estar distraído por sus continuas invenciones. Es un Ser que es creando, si olvidara esa labor dejaría de ser. Que ellos tres están acá, desde hace más de 200 mil años, con la labor de evitar que alguien, por evolución o enfermedad, pronuncie ese nombre ignoto, suceso que podría perturbar la existencia de ellos mismos.

Maximilian confesó que ni agotando todas las posibles combinaciones entre los alfabetos conocidos e ideados por el hombre, estaríamos capacitados para pronunciar ese nombre. Agregó, que la parte del sistema óseo, así como todos los músculos y cartílagos que tienen que ver con la fonación, por la manera en que están estructurados, no nos permiten articular o pronunciar el Nombre.

Sólo me dejaron sus nombres y mis preguntas, además de un pedazo de cuero con inscripciones atroces para el razonamiento convencional, incluso el ocultista. Cuatro amigos hemos intentado traducir su contenido; ninguna de nuestras conclusiones ha coincidido. William entendió que vigilara su ojo izquierdo; John, que aceptara los 600 ducados; Francis, que no experimentara con la nieve; y yo, que no considerara la ventana en 1597...”

Creo que lo importante de la vida es que disponemos de Tiempo para vivirla, que no somos capaces de saber cuándo será nuestro Fin (tampoco sabríamos sobre nuestro comienzo de no ser por los registros, que son una de las formas del orden), pero sí podemos elegir la manera de encarar nuestro Fin en el momento que sepamos que está cerca. Creo que la creación es un oficio que nos distrae del vacío Tiempo; a éste hay que poblarlo con sangre, ideas y actos. Y no olvidar que nuestro cuerpo es un reloj que cuenta voluntades.