domingo, 18 de enero de 2015

De Perquirĕre

Calle Francisco de Garay / 02:33am
Lo vi caminando cerca del cruce de las avenidas Balderas con Chapultepec; me distrajo una mujer que leía las cartas del Tarot en la Ciudadela. Lo perdí de vista. Apresuré el pasó, no quería dejarlo escapar. Tenía la sensación de haberlo visto antes. Un gitano, un sueño.

Lo vi dar vuelta sobre Francisco de Garay. Corrí. Llegué a la esquina y ni siquiera fui capaz de levantar la vista. Seguí de largo sin mirar esa calle. Una tristeza repentina me invadió, me alejó de esa descorazonada, trémula, atroz y definitiva calle. Con el rabillo del ojo creí ver carros que bajo la luz de los faroles, parecían inútiles, chatarras. Las paredes descuidadas de las casas pobremente iluminadas, lucían arruinadas.

Me detuve metros después, casi al llegar a Avenida Cuauhtémoc. Estaba confundido, no estaba seguro de haber visto lo narrado; ¿acaso fue mi imaginación?

Regresé a mirar la calle de Francisco de Garay que se perdía en una negrura apenas vencida por viejos y polvorientos faroles; avancé como quien entra para no salir nunca más.

No recuerdo la hora, pero hay momentos que hacen de ciertos lugares, espacios donde ya nada importa porque uno deja de ser mirado, escuchado; uno se va convirtiendo en una suposición, un axioma y, entonces, es cuando la noche se enamora de uno y desciende para dejarlo sin identidad.

Uno se convierte en el territorio de la noche, deja de desear y necesitar; paulatinamente, uno deja de comunicar sus pensamientos y emociones; uno empieza a permutar imaginación por memoria ya no como recurso, sino como sistema.

Ahí estaba él, al fin solo a mitad de la calle. No había a quién perseguir. Todo el tiempo fue él. Álter egos dedicados a versionar su inexorable porvenir. El gitano, el sueño; perseguidos y perseguidores. Perseguidos por la lógica.

Calle Francisco de Garay / 02:35am
El gitano dice que persigue la fortuna, aunque en realidad ésta es su principal y más querido invento para justificar el sombrío caos que rige sus decisiones. Reduce el porvenir as strategy to embrace an endless life. Su magia y arte tienen más que ver con la invención de espantos y atrocidades, que con su ejecución. Encuentra en la premura, la eternidad necesaria para extender su melancolía as a photograph launches many times the same image until getting eternity.

El sueño persigue a los negligentes y a los ignorantes, pero no los quiere encontrar, los elude y pierde deliberadamente. Apuesta todas las mañanas. Antes de ganar o perder, asiste a ludotecas atendidas por anticuarios, lidia con loterías incompletas en rincones concurridos por forasteros que hablan idiomas desconocidos, peregrinos que borran de sus mapas los lugares donde fueron felices.

Se internó en esa calle, mientras pensaba en las películas cuyos finales son detestados y sin embargo vuelven a ser vistas una y otra vez.