Abstract: This time I dedicate this post to Cuba. Past July 26, they celebrate the Assault to Moncada quarter. I take advantage of that to write about Fidel and Cuba. I sustain that Cuba has one of the most incredible opportunities to grow up in all senses, they have high educational, healthy and alimentary levels, and extraordinary human capital with technical an scientific knowledge. But, always we have a but, the American obstructed represents a hard brake for its growth.
Also, you can download an excellent CD Voice by Capability Brown. 1973 was the year when this band recorded this gem. Song five, Circumstances, is extraordinary.
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Excelente material discográfico de la banda Capability Brown, 1973. Este disco, Voice, me parece muy completo y la canción cinco, Circumstances, es de lo mejor que he escuchado, muy buenos coros. Una rareza entre las rarezas. Es un must have.
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DESDE HACE años, uno de los temas que más enciende las charlas es Cuba. Tengo una opinión sobre este asunto, y creo que el pasado 26 de julio, que se celebró otro año más el asalto al cuartel Moncada, es un buen pretexto para relatarla.
Fidel
Abordaré el asunto desde la figura de Fidel que no debiera ser juzgada tan a la ligera. Tienen razón en varios puntos tanto retractores como simpatizantes. Se trata de un personaje al que le quedan varios apelativos: líder, estadista, revolucionario, dictador; algunos de ellos contradictorios. En todo caso habría que preguntarnos ¿cómo abordamos a Fidel Castro y a Cuba, cómo críticos de un político y su país que no es el nuestro, pero admirable en ciertos aspectos y deplorable en otros, como un modelo a seguir o algo muy personal? Es importante tener identificado lo anterior si no queremos caer en una Babel, que es como suele terminar una charla sobre estos símbolos, porque en definitiva, al entrar a esta discusión estamos ante la vieja díada izquierda y derecha.
Castro se ha mantenido en el poder desde hace casi cincuenta años. En ese trayecto, las formas del capitalismo mutaron de manera importante: hasta mediados de los setentas, se practicaba un capitalismo anclado en el Estado; hoy en día, el capitalismo tiene varios anclajes que incluyen a los corporativos transnacionales, es decir, los juicios de valor en materia política y económica, se han modificado, aunque la actitud de Estados Unidos es la misma.
Desde la perspectiva cultural, la globalización se ha sobrepuesto al concepto de país, esto es, que se cree que se puede juzgar todo bajo un mismo parámetro cultural, y no es así. Porque este es otro problema importante, ¿cómo la cultura determina el éxito o fracaso de un modelo económico?, es decir, ¿es el modelo económico o la política económica capaz de transformar patrones culturales, o son éstos los que la dictaminan? Vayamos más fondo, ¿la cultura, que adquiere matices en cada país, pero que conserva ciertos ejes en todo occidente, es capaz o ha sido responsable de que el capitalismo haya proliferado y los diferentes intentos de socialismo hayan fracasado o estén fracasando? Bueno, habrá que abordar estas cuestiones en otro lugar.
Entre otras cosas, me parece que occidente quiere fuera a Fidel porque es una especie de político en extinción: líder y revolucionario, mismo que se contrapone, salvo excepciones, a los presidentes democráticos. Digamos que el Comandante Castro, por lo menos, pone en tela de juicio la creencia de que la democracia contemporánea sea el único camino para legitimar el poder de un gobierno.
El gobierno de Fidel Castro o su dictadura ha transformado a ese país, sus entrenadores deportivos son contratados por todo el mundo, sus deportistas, muy solicitados. En el campo de la medicina van a la vanguardia en varias áreas de investigación, incluyendo el cáncer. No hay hambre, no hay analfabetismo y la desigualdad no es una bomba de tiempo como en otros países.
Cuba
Desde mi punto de vista, la labor del gobierno cubano en lo referente al desarrollo social elemental y del fomento de capital humano, ha sido exitosa. En casi 50 años ese país ha alcanzado las condiciones alimenticias, educativas y de salud, para pasar a otra etapa en donde sus habitantes puedan desplegar todo su potencial técnico y científico, aunque esa etapa implica la eliminación del embargo económico.
En este sentido, no sabemos qué vaya a pasar en Cuba después de Castro Ruz, salvo que su hermano asumirá el poder. Sin embargo, tienen la oportunidad y la capacidad de dirigir su tránsito (si es que van a transitar) hacia donde quieran; tienen los elementos humanos para ser en poco tiempo, el segundo país hispano parlante de primer mundo; pero esa posibilidad se le puede ir de la mano al gobierno cubano, y el embargo económico que les impuso Estados Unidos, es un obstáculo gravísimo que no le da mucho margen de maniobra al gobierno de este país.
Lejos de ser una vindicación, lo anterior es parte de una realidad ineludible. Por otra parte, estoy seguro que muchos de nosotros –me incluyo–, no estaríamos dispuestos a irnos a vivir a Cuba tan sólo por el hecho de que han logrado más que los gobiernos “democráticos” del resto de los países latinoamericanos, en materia de desarrollo social, me atrevería a decir que probablemente seríamos balseros. Esto tiene que ver con la civilización occidental prevaleciente en el mundo. Los estándares de vida a los que todo mundo aspira, incluyendo a muchos de los cubanos de hoy, tienen que ver más con el privilegio que con la igualdad.
Creo que desde nuestra cultura mexicana (y todo lo que ello implica) no aspiramos a un sistema político como el cubano, pero sí a uno que procure menor desigualdad económica. Pienso que en México es posible combinar de mejor forma la libertad que pregona la derecha moderada, con la igualdad que reclama la izquierda moderada. ¿De qué nos sirve la libertad para hacer, si no tenemos los medios en donde ejercerla; de qué nos sirve la igualdad si no es en las oportunidades para desarrollarnos, en un contexto de competencia?
Para después del embargo...
Si realmente quisiéramos ayudar con eficacia al gobierno cubano, podríamos exportarles el Instituto Federal Electoral con todo y Ugalde. Un sistema electoral que presume un margen de error menor al de los europeos, debe ser envidiable. También podría ser el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y a su lidereza la profesora Elba Esther; en unas semanas, reformarían al sistema educacional cubano. Para organizar un sistema de partidos políticos civilizados, podríamos enviarles a Jesús Ortega, René Bejarano y Manuel Espino como teóricos, y a Federico Döring como portavoz. Para elaborar una ingeniería bancaria y financiera de primer mundo, les enviaríamos a Cabal Peniche e Isidoro Rodríguez, El Divino y de comisionado de delitos financieros a Jorge Lankenau.
Fidel
Abordaré el asunto desde la figura de Fidel que no debiera ser juzgada tan a la ligera. Tienen razón en varios puntos tanto retractores como simpatizantes. Se trata de un personaje al que le quedan varios apelativos: líder, estadista, revolucionario, dictador; algunos de ellos contradictorios. En todo caso habría que preguntarnos ¿cómo abordamos a Fidel Castro y a Cuba, cómo críticos de un político y su país que no es el nuestro, pero admirable en ciertos aspectos y deplorable en otros, como un modelo a seguir o algo muy personal? Es importante tener identificado lo anterior si no queremos caer en una Babel, que es como suele terminar una charla sobre estos símbolos, porque en definitiva, al entrar a esta discusión estamos ante la vieja díada izquierda y derecha.
Castro se ha mantenido en el poder desde hace casi cincuenta años. En ese trayecto, las formas del capitalismo mutaron de manera importante: hasta mediados de los setentas, se practicaba un capitalismo anclado en el Estado; hoy en día, el capitalismo tiene varios anclajes que incluyen a los corporativos transnacionales, es decir, los juicios de valor en materia política y económica, se han modificado, aunque la actitud de Estados Unidos es la misma.
Desde la perspectiva cultural, la globalización se ha sobrepuesto al concepto de país, esto es, que se cree que se puede juzgar todo bajo un mismo parámetro cultural, y no es así. Porque este es otro problema importante, ¿cómo la cultura determina el éxito o fracaso de un modelo económico?, es decir, ¿es el modelo económico o la política económica capaz de transformar patrones culturales, o son éstos los que la dictaminan? Vayamos más fondo, ¿la cultura, que adquiere matices en cada país, pero que conserva ciertos ejes en todo occidente, es capaz o ha sido responsable de que el capitalismo haya proliferado y los diferentes intentos de socialismo hayan fracasado o estén fracasando? Bueno, habrá que abordar estas cuestiones en otro lugar.
Entre otras cosas, me parece que occidente quiere fuera a Fidel porque es una especie de político en extinción: líder y revolucionario, mismo que se contrapone, salvo excepciones, a los presidentes democráticos. Digamos que el Comandante Castro, por lo menos, pone en tela de juicio la creencia de que la democracia contemporánea sea el único camino para legitimar el poder de un gobierno.
El gobierno de Fidel Castro o su dictadura ha transformado a ese país, sus entrenadores deportivos son contratados por todo el mundo, sus deportistas, muy solicitados. En el campo de la medicina van a la vanguardia en varias áreas de investigación, incluyendo el cáncer. No hay hambre, no hay analfabetismo y la desigualdad no es una bomba de tiempo como en otros países.
Cuba
Desde mi punto de vista, la labor del gobierno cubano en lo referente al desarrollo social elemental y del fomento de capital humano, ha sido exitosa. En casi 50 años ese país ha alcanzado las condiciones alimenticias, educativas y de salud, para pasar a otra etapa en donde sus habitantes puedan desplegar todo su potencial técnico y científico, aunque esa etapa implica la eliminación del embargo económico.
En este sentido, no sabemos qué vaya a pasar en Cuba después de Castro Ruz, salvo que su hermano asumirá el poder. Sin embargo, tienen la oportunidad y la capacidad de dirigir su tránsito (si es que van a transitar) hacia donde quieran; tienen los elementos humanos para ser en poco tiempo, el segundo país hispano parlante de primer mundo; pero esa posibilidad se le puede ir de la mano al gobierno cubano, y el embargo económico que les impuso Estados Unidos, es un obstáculo gravísimo que no le da mucho margen de maniobra al gobierno de este país.
Lejos de ser una vindicación, lo anterior es parte de una realidad ineludible. Por otra parte, estoy seguro que muchos de nosotros –me incluyo–, no estaríamos dispuestos a irnos a vivir a Cuba tan sólo por el hecho de que han logrado más que los gobiernos “democráticos” del resto de los países latinoamericanos, en materia de desarrollo social, me atrevería a decir que probablemente seríamos balseros. Esto tiene que ver con la civilización occidental prevaleciente en el mundo. Los estándares de vida a los que todo mundo aspira, incluyendo a muchos de los cubanos de hoy, tienen que ver más con el privilegio que con la igualdad.
Creo que desde nuestra cultura mexicana (y todo lo que ello implica) no aspiramos a un sistema político como el cubano, pero sí a uno que procure menor desigualdad económica. Pienso que en México es posible combinar de mejor forma la libertad que pregona la derecha moderada, con la igualdad que reclama la izquierda moderada. ¿De qué nos sirve la libertad para hacer, si no tenemos los medios en donde ejercerla; de qué nos sirve la igualdad si no es en las oportunidades para desarrollarnos, en un contexto de competencia?
Para después del embargo...
Si realmente quisiéramos ayudar con eficacia al gobierno cubano, podríamos exportarles el Instituto Federal Electoral con todo y Ugalde. Un sistema electoral que presume un margen de error menor al de los europeos, debe ser envidiable. También podría ser el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y a su lidereza la profesora Elba Esther; en unas semanas, reformarían al sistema educacional cubano. Para organizar un sistema de partidos políticos civilizados, podríamos enviarles a Jesús Ortega, René Bejarano y Manuel Espino como teóricos, y a Federico Döring como portavoz. Para elaborar una ingeniería bancaria y financiera de primer mundo, les enviaríamos a Cabal Peniche e Isidoro Rodríguez, El Divino y de comisionado de delitos financieros a Jorge Lankenau.
10 comentarios:
Tu entrada me dejó pensando... tienes razón, mucho de lo que presumimos tener, no nos sirve, no sabemos aplicarlo... E igual, creo que en Cuba han ido progresando, hay que ver como sucedían las cosas hace 50 años...
besos
Sandra:
En efecto, creo que podemos citar dos países (Cuba y Japón), que en 50 años, más o menos, y bajo diferentes modelos políticos y económicos, y guardando las debidas proporciones, han logrado transformar sus condiciones sociales. Cuando hay voluntad conjunta, proyecto de nación, "cualquier sistema" es funcional.
Besos.
Creo que esto de Cuba llama a una reflexión muy sostenida y que no se agote de forma simple. El que escribe se formó desde la adolescencia en el marxismo y el leninismo, y es por ese mismo motivo que no me atrevería ser liviano al respecto.
Tras el derrumbe de todo el bloque socialista e incluso el camino seguido por la República Popular China, la relación de fuerza entre el campo del capitalismo y el de la denominada revolución se inclinó de manera notable, y Cuba apareció como el único bastión que se mantuvó en pie. A partir de ahí la hegemonía capitalista no es que se afianzó en lo económico, sino que principalmente fue en lo ideológico y en lo cultural, y esto hace que ante la mirada occidental Cuba sea más o menos, sólo una rémora de un pasado superado y abyecto, y que ante este presente luminoso (irónicamente hablando) en el que vivimos ya esto no tendría ningún sentido.
Si las revoluciones fueron derrotadas, yo no diría que fracasaron, se debe principalmente a un problema muy profundo que es el de cómo cambiar la cabeza de la gente, cosa que hoy para los que vivimos en su juventud los años setenta, resulta algo casi inviable ya que todo el poder está puesto en como hacer que los cerebros funcionen menos o en todo caso que funciones de una forma que no cuestione nada de lo establecido como tal. Cualquier cuestionamiento que surja de los jóvenes hoy inmediatamente pareciera redireccionado hacia puntos que más que ser antagónicos pasan a ser funcionales con el poder del capital y su ideología. Es por esto que uno no sabe bien si el faro que es Cuba, hoy en el resto del mundo, no se vea como al Che en una remera.
Un abrazo
El final está buenísimo. Deja en cueros a los que, desde estas latitudes, critican en automático al régimen cubano (y vaya que hay cosas que criticarle).
Cuba sigue siendo en el imaginario latinoamericano (pero que país no es imaginario no?) una utopía, un lugar que está del otro lado (de qué? de un sistema economico injusto? el capitalismo), siempre a la vista pero como inaccesible...
desde afuera el que mira a Cuba parece tener la sospecha de que puede ser un paraíso o un infierno: así son las utopías no?
muy atinada tu reflexión, excelente!
abrazos,
Oye, que feo que haya mas gente votando en contra de los Bush que en contra de la esclavitud.
yo ya vote pues,
saludos otra vez,
Pedro Miguel:
En efecto, hay muchas cosas qué criticarle al gobierno cubano, pero dejémoslas para el próximo 4 de julio, jeje. No, es broma. Estoy investigando más a fondo sus estructuras de gobierno y sus resultados económico sociales.
Gracias por la visita.
Abrazos y suerte.
Horacio:
Qué onda mano. Cierto lo que comentas de Cuba como una utopía inaccesible. Esas dos palabras, Cuba y utopía, en una misma oración, vaya que despiertan nuevamente mi imaginación, es como un símbolo decodificador.
Respecto a la votación, creo que los lectores de CA son demócratas de hueso colorado, jeje.
Abrazos y suerte
oye yo creo que tu te irias a vivir a cuba por las viejas jajajaja
buen articulo pero noto una nostalgia setentera en tu texto
Coltrane:
En cuanto a las mujeres cubanas, ellas están solicitando visas hacia México para conocerme, JA.
Con referencia a la nostalgia setentera, pues sí y no. Es triste, que el desquite estadounidense haya obstaculizado el proyecto de Nación cubano, y aún así, hay resultados palpables.
Abrazos y suerte.
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