Abstract: This text represents the begin of Guitar Series. On a continuous (but not consecutive) way, Carta Abierta will do a little examination of a CD from some talented guitarists. Our subjects will be guitarists from Latin America, Portugal and Spain. Not only for their unrecognisable musical work, but also their high quality on this instrument.
In this case, we talk about Pata Negra, Spanish duet integrated for Amador brothers, in eighties decade. They synthesized a lot of musical genders with Flamenco, but Blues, principally. You can download El Blues de la Frontera, on the next link.
Descarga el CD aquí / Download CD here
LA INTENCIÓN de la Serie Guitarras es exponer el trabajo de algunos guitarristas que se mueven en diferentes géneros musicales, desde el rock duro hasta el flamenco. Los ejecutantes que se vayan seleccionando para esta Serie, tienen en común pertenecer a países latinoamericanos o España y Portugal.
Sin el afán, propio del deporte, de buscar comparaciones, la idea es elaborar una colección de grandes exponentes de la guitarra, poco conocidos y muy talentosos. ¡Que les haga justicia la Revolución!, diríamos en México.
Finalmente, sirva este marco introductorio para agradecer a Industrias Zafreth (empresa dedicada a la adquisición y almacenamiento de libros y discos, sin leerse ni escucharse –Es broma Coltrane), el asesoramiento y provisión de algunos materiales discográficos que formarán parte de esta Serie.
Pata Negra
En 1981 surgió este dueto formado por los hermanos Amador, Rafael y Raimundo. Aunque no hay información del porqué de ese nombre, supongo que se debe al tipo de jamón que se elabora en la zona andaluza: la raza Ibérica de cerdo es, según los que saben, la que proporciona los jamones de mayor calidad. Estos cerdos se caracterizan por tener pelaje oscuro y pezuñas negras, de ahí su denominación pata negra.
Desde una perspectiva no "cisticerconiana", el dueto lanzó cinco discos, incluyendo uno en directo; luego, los hermanos se desmarcaron. En los años recientes Rafael regresó a los escenarios con el nombre de Pata Negra.
La música de este dueto gira en torno al Flamenco, esa forma tan característica de cantar, bailar y tocar la guitarra, que tienen toda una honda gama de nutrientes históricos y culturales, que cuajaron en Andalucía, lo que hoy constituye una Comunidad Autónoma al sur de España, integrada por ocho provincias, incluida Sevilla, de donde son originarios los Amador.
En su repertorio se encuentran piezas musicales en donde la fusión entre el Flamenco y el Blues está muy bien lograda. Así como algunas que son tradicionalmente flamencas, hay otras en donde predomina el Blues, el Reggae, el Jazz o el Rock. Ellos mismos llamaron a su propuesta musical: Bluslería. Sea el nombre que fuere, la fusión de estilos lleva implícita la novedad, por lo menos su búsqueda; el mérito es mayor cuando aquélla es afortunada. De tal suerte que escuchar a este dueto es ser testigos de algo que suena diferente.
El Blues de la Frontera
Quiero destacar que la primera vez que vi la portada interior, antes de escuchar el disco, supe que me agradaría. Se trata de la foto mostrada a la izquierda, y las botellas no creo que sean cocacolas.
El disco es de 1987, año en que el amanecer masivo-comercial del “rock en español” se vivía en México. Esto lo señalo porque musicalmente ninguna de las canciones de este larga duración, podría caber en el arquetipo de la música que se escuchaba en nuestro país, por aquella época. Sin lugar a dudas, se trata de la obra más festejada por la crítica y la más representativa de Pata Negra.
Ya hemos mencionado que la esencia del dueto es el Flamenco, pero el Blues tiene un peso que caracteriza y hace distinto el sonido de dueto. Si lo vemos desde un punto de vista teórico, estos dos géneros tienen raíces añejísimas. Esquemáticamente, no suena disparatada la idea de cruzarlas. Pata Negra simboliza ese encuentro y re-síntesis de influencias moriscas, judías, gitanas, castellanas, africanas y americanas, con el canto de los “espíritus caídos” del sur de Estados Unidos. Incluso, etnomusicólogos como Gerhard Kubik, han identificado en la música islámica del centro y occidente de África, ciertas raíces del Blues.
Hay algunas canciones en el disco que retratan claramente esta fusión de géneros: 2) Blues de la Frontera, 4) Yo me quedo en Sevilla y 6) Camarón. La 5) How High the Moon tiene matices de Jazz y Blues y la 9) Lunático, de Reggae.
Probablemente en el disco no se alcance el virtuosismo de Paco de Lucía, B.B. King, Bob Marley o Jimi Hendrix; sin embargo, aquél destaca por la aventura que supone innovar en el terreno musical, hace ya más de veinte años.
Que no obste lo anterior para llegar a la conclusión de que el trabajo de ejecución en las guitarras, a cargo de los hermanos Amador, es arrollador: son finos cuando así lo exige el pasaje de la canción y ásperos cuando hay que dibujar alguna silueta andaluza.
Se trata de una recomendación de Carta Abierta tipo:
–¿Vale la pena escucharlo?
–¡"Ahuevobviamente"! (Palabra acuñada por mi tío Jorge Castillo)
Sin el afán, propio del deporte, de buscar comparaciones, la idea es elaborar una colección de grandes exponentes de la guitarra, poco conocidos y muy talentosos. ¡Que les haga justicia la Revolución!, diríamos en México.
Finalmente, sirva este marco introductorio para agradecer a Industrias Zafreth (empresa dedicada a la adquisición y almacenamiento de libros y discos, sin leerse ni escucharse –Es broma Coltrane), el asesoramiento y provisión de algunos materiales discográficos que formarán parte de esta Serie.
Pata Negra
En 1981 surgió este dueto formado por los hermanos Amador, Rafael y Raimundo. Aunque no hay información del porqué de ese nombre, supongo que se debe al tipo de jamón que se elabora en la zona andaluza: la raza Ibérica de cerdo es, según los que saben, la que proporciona los jamones de mayor calidad. Estos cerdos se caracterizan por tener pelaje oscuro y pezuñas negras, de ahí su denominación pata negra.
Desde una perspectiva no "cisticerconiana", el dueto lanzó cinco discos, incluyendo uno en directo; luego, los hermanos se desmarcaron. En los años recientes Rafael regresó a los escenarios con el nombre de Pata Negra.
La música de este dueto gira en torno al Flamenco, esa forma tan característica de cantar, bailar y tocar la guitarra, que tienen toda una honda gama de nutrientes históricos y culturales, que cuajaron en Andalucía, lo que hoy constituye una Comunidad Autónoma al sur de España, integrada por ocho provincias, incluida Sevilla, de donde son originarios los Amador.
En su repertorio se encuentran piezas musicales en donde la fusión entre el Flamenco y el Blues está muy bien lograda. Así como algunas que son tradicionalmente flamencas, hay otras en donde predomina el Blues, el Reggae, el Jazz o el Rock. Ellos mismos llamaron a su propuesta musical: Bluslería. Sea el nombre que fuere, la fusión de estilos lleva implícita la novedad, por lo menos su búsqueda; el mérito es mayor cuando aquélla es afortunada. De tal suerte que escuchar a este dueto es ser testigos de algo que suena diferente.
El Blues de la Frontera
Quiero destacar que la primera vez que vi la portada interior, antes de escuchar el disco, supe que me agradaría. Se trata de la foto mostrada a la izquierda, y las botellas no creo que sean cocacolas.El disco es de 1987, año en que el amanecer masivo-comercial del “rock en español” se vivía en México. Esto lo señalo porque musicalmente ninguna de las canciones de este larga duración, podría caber en el arquetipo de la música que se escuchaba en nuestro país, por aquella época. Sin lugar a dudas, se trata de la obra más festejada por la crítica y la más representativa de Pata Negra.
Ya hemos mencionado que la esencia del dueto es el Flamenco, pero el Blues tiene un peso que caracteriza y hace distinto el sonido de dueto. Si lo vemos desde un punto de vista teórico, estos dos géneros tienen raíces añejísimas. Esquemáticamente, no suena disparatada la idea de cruzarlas. Pata Negra simboliza ese encuentro y re-síntesis de influencias moriscas, judías, gitanas, castellanas, africanas y americanas, con el canto de los “espíritus caídos” del sur de Estados Unidos. Incluso, etnomusicólogos como Gerhard Kubik, han identificado en la música islámica del centro y occidente de África, ciertas raíces del Blues.
Hay algunas canciones en el disco que retratan claramente esta fusión de géneros: 2) Blues de la Frontera, 4) Yo me quedo en Sevilla y 6) Camarón. La 5) How High the Moon tiene matices de Jazz y Blues y la 9) Lunático, de Reggae.
Probablemente en el disco no se alcance el virtuosismo de Paco de Lucía, B.B. King, Bob Marley o Jimi Hendrix; sin embargo, aquél destaca por la aventura que supone innovar en el terreno musical, hace ya más de veinte años.
Que no obste lo anterior para llegar a la conclusión de que el trabajo de ejecución en las guitarras, a cargo de los hermanos Amador, es arrollador: son finos cuando así lo exige el pasaje de la canción y ásperos cuando hay que dibujar alguna silueta andaluza.
Se trata de una recomendación de Carta Abierta tipo:
–¿Vale la pena escucharlo?
–¡"Ahuevobviamente"! (Palabra acuñada por mi tío Jorge Castillo)
4 comentarios:
Buscaré "El blues de la frontera"
ahuevobviamente.
Felicita a tu tío por el excelente neologismo
Saludo
donbeto:
Qué grata sorpresa estar armando esta entrega de CA, y ya tener un visitante. De tu parte felicitaré a mi tío por esta aportación.
Suerte y un abrazo.
GUITARRAZOS?!?!?
Na, ya me alejé del vicio. Tal como dice mi brother del alma José Cruz:
TENGO LA EDAD DEL POLVO QUE CUBRE MI FENDER.
SALUDOS Y GRACIAS POR LA VISITA.
Arcgabriel:
José Cruz, Gran Maestre. Qué bueno que vienes por acá; también habrá violinazos.
Suerte.
Publicar un comentario