Mirar la oscuridad, al contrario de lo que parece, es muy productivo. Al cabo de unos segundos, empiezan a divisarse más y más estrellas: se clarifica el panorama y es más fácil orientarse.
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Muchas ocasiones esperamos que la estrella de brillantez más firme nos guíe, pero suele ocurrir que no nos lleva a dónde queremos; hay que ser pacientes, esperar a que aparezcan todas las que seamos capaces de ver.
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La oscuridad tiene su propio ritmo.
3 comentarios:
Hay que ser paciente... pero que impaciencia da!!!!
gracias por tu visita, y voy a venir seguido por acá!!!
besos
Hola de nuevo, Enredada. Tienes razón, maldita impaciencia, jaja. Y bueno, espero vuestro regreso.
Besos y abrazos.
apagaré la luz y...abriré bien mis ojos...
BSS
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